Hay dos formas de vivir nuestra sexualidad, mantenerla firmemente bajo nuestro control o ser controlados por ella, cada una de ellas nos dara una vida muy diferente, pero ante todo, les dara a nuestros hijos una mejor posibilidad de tener un buen futuro.
Mientras que en el pasado la Propagacion de la especie era fundamental, y cada hombre tenia tantos hijos como fuese posible, ya que de una docena que tuviese, solo sobrevivan dos o tres, asi que la paternidad quedaba atras de la reproduccion, pero ahora es muy diferente, las Medicina moderna permite tener un rango de supervivencia infantil altisimo, por lo que ya no es necesario tener tantos hijos.
Ahora el mundo es muy diferente, es muy competitivo, hay que darle a los hijos la mejor educacion, la mejor calidad de vida y asi una mayor oportunidad de ser exitosos en su edad adulta, la paternidad responsable es fundamental, un niño sin padre tiene muy pocas oportunidades de sobresalir en la vida, tendra que afrontar un mundo dificil, sin guia.
Es por ello que ahora es mas importante que un hombre se concentre en pocos hijos, para darles lo mejor, ya no puede darse el lujo de tener muchos y abandonarlos a su suerte, esa accion ademas de ser una crueldad terrible con los hijos, nos rebaja como hombres.
Dejarse arrastrar por nuestra libido como buen salvaje y buscar solo el placer sexual, es ademas de algo arcaico, contraproducente, ahora es mas necesario que nunca que nos portemos como hombres civilizados, con control absoluto de nuestros bajos instintos, enfocados en el amor de nuestra mujer y en nuestros hijos.
Pero claro, esto implica que podamos controlar esa parte egoista, centrada en si mismo, que parece haber permeado desde las capas mas bajas de la sociedad, ya no cuenta mas el que mas hijos tiene, no somos ratas, sino el que mejor cuidado les da sus hijos, ese es el futuro del hombre decente., ya no podemos portarnos como perro en brama, somos seres civilizados y debemos de llevar nuestra vida por el camino correcto, buscando la felicidad de nuestra familia, no solo la de nuestros apetitos.