Hay una verdad muy siniestra en nuestra sociedad, muchas mujeres desde que comienzan su pubertad hasta alrededor de los 25, prefieren a los perdedores, entre mas violento, borracho, inutil e ignorante sea un hombre, mas pegue tendra con las mujeres, es un misterio este fenomeno. Aunque claro, no todas, hay mujeres, (las hijas de familia), que usualmente no presentan ese comportamiento, pero son una muy pequeña parte de la poblacion.
He comprobado experimentalmente el fenomeno, si estoy de traje, bañado, rasurado y me porto como siempre, paso desapercibido en muchos lugares, la mayoria de las mujeres no me voltean a ver, pero si en cambio, tengo el cabello largo, no me he bañado, traigo unos jeans, botas, una chamarra de cuero, unos lentes negros y un arete con una calavera, literalmente se me avientan encima.
Se que el fenomeno sucede, pero no entiendo porque, en una entrada anterior maneje la hipotesis de que las mujeres de nuestra sociedad son disfuncionales, por ello prefieren a ese tipo de hombre, esa teoria parece funcionar muy bien, pero como que no me termina de convencer.
Ahora planteo que ese comportamiento tiene un origen evolutivo, en la epoca de las cavernas y antes el ser humano tenia una expectativa de vida de veintitantos años, y el mejor hombre, era el mejor proveedor, y cuando la vida era cazar, eso usualmente significaba el mas violento, el mas salvaje, como los bufalos, el mas violento es el que mas se reproduce, posiblemente sea parte de la carga genetica de la mujer asumir eso, y en su estado mas primitivo, prefiere al mas violento.
Claro que las cosas han cambiado, ahora lo que mas cuenta no es la violencia, (si veo la contradiccion logica, muchas mujeres gritan para todo: no mas Violencia, pero en realidad les fascina, pero ¿desde cuando la logica le importa a la mujer?), sino la inteligencia, con expectativas de vida de mas de 60 años, ahora lo que cuenta es la capacidad de convivencia, la inteligencia y la paz en la familia, la sociedad ha evolucionado, pero no asi la mayoria de sus miembros, hay mujeres y hombres que siguen portandose como si estuvieramos en las cavernas.